Todo lo que necesitas saber sobre la jornada laboral de 37,5 horas
El panorama laboral en España está en plena transformación con el reciente acuerdo, firmado el pasado mes de diciembre entre el Ministerio de Trabajo y los sindicatos, para establecer la jornada laboral de 37,5 horas semanales. La reforma busca mejorar la calidad de vida de los trabajadores/as y su productividad, al tiempo que introduce medidas orientadas a garantizar la equidad, la transparencia y la protección de los derechos laborales.
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¿Qué implica esta reforma?
La reforma establece una reducción de la jornada laboral de 40 horas semanales a 37,5 horas de “trabajo efectivo de promedio en cómputo anual”, sin recorte salarial. En este sentido, cada sector y empresa podrá adaptar la duración de la jornada a las necesidades de la actividad, siempre que la media anual sea de 37,5 horas y pactarlo en los convenios colectivos o contratos de trabajo.
Los contratos a tiempo parcial de duración igual o superior a 37,5 horas semanales “se convertirán automáticamente en contratos a tiempo completo”.
Los trabajadores/as con contratos de duración inferior a las 37,5 horas, que trabajen a tiempo parcial o tengan jornada reducida, podrán seguir trabajando las mismas horas y tendrán derecho al “incremento proporcional de su salario”.
Plazo de implementación: Las empresas tendrán hasta el 31 de diciembre de 2025 para aplicar la medida, una vez pase por el trámite parlamentario y sea aprobada en el Congreso.
Otras medidas incluidas en el acuerdo
Registro de horas de trabajo
La reforma impone la obligatoriedad del registro horario en todas las empresas, que deberá ser accesible para que Inspección de Trabajo pueda revisarlo y siendo los trabajadores/as quienes, a diario, registren las horas trabajadas a través de herramientas digitales para evitar que la empresa pueda condicionar el contenido y especificando las horas extraordinarias realizadas.
En caso de que se detecten posibles incumplimientos, las compañías podrán ser sancionadas de forma individual, con hasta 10.000 euros por trabajador.
Derecho a la desconexión digital
El acuerdo también establece el derecho a la desconexión digital. Las empresas deberán garantizar que los trabajadores/as, tanto si trabajan de forma presencial como si teletrabajan, puedan desconectarse de los dispositivos tecnológicos cuando termine su jornada laboral. Con el objetivo de evitar la fatiga informática, las empresas no podrán pedir que se preste servicio ni comunicarse con los profesionales fuera del horario laboral.
También, especifica el derecho a la intimidad ante el uso de dispositivos de videovigilancia o geolocalización y la exigencia de incluir medidas de desconexión digital en las políticas internas.
Con esta reforma, el Gobierno busca mejorar el bienestar de los trabajadores/as, favorecer la conciliación entre la vida personal y profesional, aumentar su productividad y contribuir así a una mayor sostenibilidad económica y social del país. Aun así, su instauración supone un reto tanto para empresas como para profesionales. Por ello, el éxito del acuerdo dependerá de la efectividad de su implementación y del compromiso por parte de todos los agentes implicados.