¿Trabajas en una empresa tóxica? ¡Atento a estas señales!
Todos sabemos que las relaciones tóxicas en el trabajo pueden pasar factura a nuestra autoestima y a nuestros niveles de estrés, además de afectar directamente a nuestro rendimiento y a nuestros índices de productividad. Lo que ocurre es que, a veces, no nos damos cuenta de que las personas que nos rodean se están comportando con nosotros de forma inadecuada.
Desde el blog de EULEN Flexiplan queremos compartir contigo algunas de las señales que, según los expertos en psicología, pueden servirnos de alerta. Si identificas algunas de ellas en tu entorno laboral, puede que sea el momento de buscar una nueva oficina en la que desarrollarte como persona y como profesional.
Tus compañeros se quejan sin parar
Aunque no seas de las personas que suelen quejarse, si te rodeas de compañeros que sí se quejan sin parar, acabarás contagiándote de su negatividad. Si has identificado a personas con este perfil y son la excepción, no hace falta que les dediques más tiempo: sólo saben ver el lado malo de las cosas.
Sin embargo, si todos tus compañeros, en general, hablan mal de la empresa y critican la relación con los jefes, esto hace que el ambiente de trabajo sea difícil de sobrellevar.
Discusiones e insultos diarios
En las empresas tóxicas hay cosas que no son normales, pero sus empleados han asumido que lo eran. Por ejemplo, los gritos, las discusiones y los insultos. Todo el mundo puede perder los nervios en algún momento, pero no debería ser la norma. Así que si ves este tipo de comportamiento en tu oficina todos los días… ¡echa un vistazo a nuestra web para vivir una nueva aventura profesional!
Todo el mundo busca trabajo
Otra clara señal de que trabajas en un ambiente tóxico es que la mayoría de tus compañeros estén buscando un nuevo empleo. Esto demuestra que nadie se siente a gusto allí, lo que puede hacerte reflexionar sobre si realmente estás a gusto.
Nadie se preocupa más allá de su trabajo
Cuando no hay unidad laboral, cada trabajador prefiere centrarse en sus tareas sin entrometerse ni interesarse por el trabajo de los demás. Así que, si tus compañeros no saben lo que haces o tú no sabes lo que hacen ellos, pregúntate por qué. Quizá nadie quiera comprometerse demasiado con una empresa en la que no puede desarrollarse.
Tu corazón te dice que ha llegado el momento de irte
Puede que tu cabeza, coaccionada por el miedo a la incertidumbre, te diga que las cosas no están tan mal. Pero, ¿qué te dice tu voz interior? ¿Qué mensajes te envía tu instinto? Si tienes dudas, intenta encontrar un momento de calma para respirar hondo y preguntarte si ha llegado el momento de abandonar definitivamente esa empresa.