excedencia laboral
Agencia SIDN

Excedencia laboral: lo que necesitas saber para tomar una buena decisión

26 junio, 2025Career Insights
La excedencia laboral constituye una herramienta jurídica y organizativa de gran relevancia en la gestión de la carrera profesional. Permite a trabajadores y trabajadoras suspender temporalmente su contrato de trabajo sin que ello implique una ruptura definitiva del vínculo laboral.

Coger una excedencia laboral es una de las decisiones más importantes en la vida profesional de cualquier persona. Hay muchos motivos por los que esta opción puede ser interesante como cuidar de un familiar, formarse, emprender un proyecto personal o simplemente tomarse un respiro.

También es lógico que surjan dudas: ¿en qué casos se puede solicitar?, ¿qué derechos se mantienen?, ¿cómo se pide? Es necesario tener toda la información al respecto, tanto para el/la profesional que solicita la excedencia, como también para la empresa.

Qué es una excedencia laboral y cuándo puede solicitarse

La excedencia laboral es el derecho que tiene un/a trabajador/a a suspender temporalmente su contrato de trabajo, manteniendo un vínculo con la empresa.

Esto implica que, aunque durante el periodo de excedencia no se recibe salario ni se cotiza a la Seguridad Social (salvo en determinados casos), la relación laboral no se rompe completamente. Por tanto, en teoría esa persona puede reincorporarse una vez finalizado el periodo acordado.

Existen varios tipos de excedencia en función de los motivos y condiciones que la justifican: voluntaria, forzosa y pactada. Cada una tiene requisitos y efectos diferentes sobre la relación laboral entre empleado/a y empresa. Analizamos las características de todas ellas:

Excedencia voluntaria

La excedencia voluntaria es la más común y puede solicitarla cualquier trabajador/a que lleve al menos un año en la empresa. No es necesario justificar el motivo, aunque debe comunicarse por escrito.

El periodo mínimo de una excedencia voluntaria es de cuatro meses, el máximo es de cinco años y no garantiza la reincorporación al mismo puesto, sino solo un derecho preferente a reingresar cuando haya vacantes en un puesto de igual o similar categoría.

Si te preguntas cómo pedir una excedencia voluntaria, el primer paso es enviar una solicitud oficial a la empresa con antelación razonable, indicando el periodo en que se desea disfrutar. Es recomendable hacerlo por escrito y conservar una copia firmada como comprobante.

A partir de ese momento, la empresa (o su departamento de Recursos Humanos) estudia la solicitud y procede a los trámites oportunos o negocia con esa persona los detalles que considere necesarios.

Excedencia forzosa

La excedencia forzosa se concede cuando el/la trabajador/a debe cumplir un deber público o sindical que le imposibilita asistir al trabajo como, por ejemplo, ser elegido/a para un cargo político.

A diferencia de la excedencia voluntaria, aquí la empresa está obligada a concederla y a reservar el puesto de trabajo durante toda su duración. Además, el tiempo de excedencia computa como antigüedad.

En este caso, la reincorporación es automática una vez finaliza el motivo que dio lugar a la excedencia laboral. No existe un plazo máximo general, ya que depende del deber que se deba cumplir.

Excedencia pactada

Menos conocida pero muy útil, la excedencia pactada es aquella que se acuerda de forma individual entre trabajador/a y empresa, fuera de los supuestos legales. Permite mayor flexibilidad, ya que ambas partes pueden negociar las condiciones: duración, derechos mantenidos, posibilidad de reincorporación, etc.

Al no estar regulada directamente por la ley, es esencial dejar por escrito todo lo pactado, para evitar malentendidos o inseguridades futuras. Esta modalidad suele utilizarse cuando ambas partes ven beneficios en hacer una pausa laboral consensuada.

Derechos durante la excedencia y cómo gestionar el regreso

Durante la excedencia laboral, el/la trabajador/a no recibe salario ni cotiza (salvo en algunos supuestos específicos como dedicarse al cuidado de hijos/as o de familiares). Sin embargo, sigue conservando ciertos derechos laborales:

  • El vínculo contractual se mantiene, aunque esté suspendido.
  • Se acumula antigüedad en ciertos casos, especialmente en excedencias por cuidado.
  • Tiene derecho preferente a reingresar si hay vacantes (excepto en la pactada, si no se especifica).

Respecto a cómo gestionar el regreso al trabajo tras una excedencia laboral, lo más importante es hacerlo con suficiente previsión.

Es recomendable comunicar con antelación la intención de reincorporarse, preferiblemente por escrito, para que la empresa pueda evaluar si hay vacantes.

En caso de que se rechace el reingreso de forma injustificada, puede considerarse despido improcedente.

Miedos comunes y beneficios personales de parar

La excedencia laboral es una decisión clave para cualquier profesional. Es lógico que genere dudas y miedos. Estas son las cuestiones más habituales que se suelen plantear:

  • Miedo a no poder volver.
  • Temor a quedarse atrás profesionalmente.
  • Dudas por si se pierden oportunidades profesionales.

Son cosas que es normal cuestionarse, sin embargo, una excedencia bien planificada también puede ser una oportunidad valiosa tanto a nivel laboral como personal.

Algunos de los beneficios potenciales que puede ofrecer una excedencia son los siguientes:

  • Conseguir tiempo para cuidar de la salud mental personal.
  • Poder dedicar tiempo al cuidado de algún familiar o de los/as hijos/as.
  • Tener la oportunidad de estudiar o reinventarse profesionalmente.
  • Hacer una pausa en la carrera para emprender o explorar nuevos caminos vitales.
  • Recuperar el equilibrio entre la vida personal y la laboral.

Conclusión: invertir tiempo en ti también es avanzar

Como en toda decisión importante, los riesgos existen, pero también las ventajas. Evaluar con calma la situación, consultar con Recursos Humanos y planificar el regreso con inteligencia puede marcar la diferencia.

Para una empresa también es clave conocer todo lo relativo a la excedencia laboral, cómo se debe acoger en la compañía, los derechos del profesional y también de la propia entidad, respecto a la posible reincorporación en el futuro.

La excedencia laboral no debe verse como un paso atrás, sino como una pausa estratégica que, si se gestiona con criterio, puede ser muy positiva para todas las partes.

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